sábado, 24 de diciembre de 2011

8. Your secrets keep you sick, your lies keep you alive

Tenía que contarle esto a Mikey, y luego al resto de la banda. Fui a su habitación. Esta seguía como siempre, llena de pósters, bajos, videojuegos… Él estaba jugando a algún juego con la play, se podía pasar así días enteros, luego parecía un zombie.

-Mikey, hay algo que todavía no te he contado. – Le dio al pause y se dispuso a escucharme.

-Ayer, por la mañana, pasaron cosas muy extrañas… - Tenía que contarle todo, tanto secreto me estaba matando. – Estuve a punto de suicidarme, otra vez. Justo cuando estaba a punto de hacerlo alguien llamó por teléfono, no dijo nada. Luego encontré esta nota. - La busqué en mi bolsillo, estaba seguro de que la metí allí, pero ahora no estaba. 

-Gerard, no pasa nada, seguro que se había equivocado…

-No, ¡no se había equivocado! ¡Quería que viese la nota! ¡Ahora ya no está! Voy a salir loco…

-¿Qué ponía en esa nota?

-‘’Aguanta 7 días más’’… ¡Pero aún hay más! Tengo esto. –Saqué el CD y lo puse en su mini-cadena. Empezó a sonar lo mismo que la vez anterior, Mikey me miraba extrañado, pero esta vez no se escuchó la risa del final.

-Pues la canción mola, aunque el ruido de fondo es atroz.

-¡Antes se escuchaba una extraña risa al final! – Me estaba poniendo muy nervioso, no podía creer que ahora no se escuchase la risa.

-Gerard, respira. No se escucha ninguna risa, puede que haya sonado en otro sitio. En cuanto a la nota, se te habrá caído. Todo está bien. – Me sonrió, sé que solo lo decía para tranquilizarme. –Ahora en serio, ¿qué te has tomado?

-No, Mikey, dije que te contaría todo y esto es lo que estoy haciendo. Hubo días en los que no estuve sobrio. Sé que recuerdas lo de ese tour, no sabía ni siquiera qué día era, o si había dormido. También hubo días en los que el suicidio fue mi mayor deseo, pero ahora no. Te estoy diciendo la verdad. Solo quiero ser feliz, continuar con la banda y llegar muy lejos. Quiero disfrutar mi existencia.

Mikey se sentó a mi lado y me abrazó, muy fuerte.

-Todo se solucionará, averiguaremos quién está detrás de esto. Esto no se quedará así. Todo irá bien, lo prometo.

Nos quedamos leyendo cómics toda la noche, como en los viejos tiempos, en los que pasábamos las noches luchando con nuestras espadas láser y salvando el mundo.

Mañana será un día duro, llevo sin ver a Frank, Ray y Bob un montón de tiempo. Lo último que recuerdo fue que grabamos el álbum ‘’Three cheers for sweet revenge’’. Lo demás son recuerdos efímeros, no lo suficientemente claros para saber si son ciertos o son un producto de mi imaginación, o de cualquier producto que hubiese tomado

Así que ahora dormiría un rato, lo necesito. Mañana será el tercer día desde que recibí la primera prueba, eso implica que me queda un día menos para lo que sea que pasará.

viernes, 16 de diciembre de 2011

7. Sing for what you feel inside.

La comida no fue nada del otro mundo, estaba deliciosa, pero eso era normal, siempre lo estaba. En cuanto a la conversación fue mejor de lo que pensaba, no hubo muchos momentos incómodos, y cuando los había Mikey siempre decía algo para rebajar la tensión. Lo más importante es que evitamos hablar sobre ese tema.

Ahora llega el momento más duro, debo escuchar ese CD, pero quiero hacerlo a solas. No quiero meter a nadie en esto hasta saber de qué va. Así que intentaré escabullirme durante un rato.

-Voy al  baño, ahora vuelvo.

-¡Tú lo que quieres es no fregar! ¡Siempre haces lo mismo! – Dijo Mikey con un tono entre divertido e indignado.

Mikey tenía razón, es la escusa que solía poner para no fregar. Lo que hacía realmente era meterme en mi habitación a dibujar y escuchar música. Si supieran de lo que se trata esta vez…

-Pues fregaré antes de ir. –Me arrepentí de decir esto, la verdad es que odio fregar los platos, no entiendo por qué no compran un maldito lavavajillas. Algún día les regalaré uno.... quizá para navidades...

-Espera, voy a por la cámara, ¡tengo que inmortalizar este momento!

Le eché una mirada amenazante, por lo que lo que hizo fue sentarse a observar cómo fregaba.
En realidad solo quería terminar rápido e ir a ver qué había en ese maldito CD, si no me volvería loco.

-¡Ya está! – Concluí satisfecho. Mikey comenzó a aplaudirme, no pude evitar reírme.

Me fui a mi habitación, cogí mi antiguo discman, me puse los auriculares e introduje el CD.

Solo se oyen ruidos extraños, como interferencias. Parece una grabación casera de alguien que no tiene ni idea de cómo grabar. Se pasó unos 5 minutos así, con ese extraño sonido, comenzaba a ponerme nervioso, incluso estuve a punto de quitarlo, entonces algo cambió.

Comenzó a sonar un instrumento de cuerda, debido al sonido de fondo no sabría decir si es una guitarra eléctrica o un bajo, pero tocaba bastante bien. Me gusta.

Al final se escucha como una risa extraña distorsionada, parece malévola. Es bastante siniestra. No sabía identificar si ese sonido lo había emitido un hombre o una mujer, pero me resultó bastante siniestro. ¿Qué quiere decir esto? ¿Es una broma? ¡Pues no tiene ninguna gracia!

Lo volví a escuchar una y otra vez. La canción me gusta, la tengo grabada en mi mente, me da ganas de cantar.

Quiero cantar todo lo que siento, sacarlo de mi interior como en los viejos tiempos, cuando pasábamos tardes tocando con la banda. Aunque claro, estos días de atrás no estaba en condiciones de escribir, solo quería que todo acabase. Ahora tengo ganas de seguir adelante, algo ha cambiado, aunque todavía no estoy seguro del todo de lo que ha sido, lo único que sé es que

No estoy asustado de seguir viviendo, no estoy asustado por recorrer el mundo solo.

viernes, 2 de diciembre de 2011

6. I shoud've been a better son.

-Vamos, creo que estoy listo.

Mikey se levantó, yo hice lo mismo, nos encaminamos hacia casa. Miré el árbol que dejábamos atrás. A lo lejos se veía a alguien. Parece buscar algo. Es como si nos observase y se hubiese dado cuenta de que lo he visto, o eso me parecía. Llevaba un sombrero extraño, a lo Indiana Jones. Dejé de mirar por un segundo y se desvaneció. Creo que la cafeína ha alterado mis conexiones sinápticas. O habrán sido los acontecimientos pasados, pero todo me resulta sospechoso. Necesito recuperarme de esto.

Metí las manos en los bolsillos y nos encaminamos hacia casa. Entonces noté algo en mi bolsillo izquierdo. Era un CD, no ponía nada en el exterior, ni un título ni nada. Me quedé petrificado.

-Gee, ¿vienes o qué?

-Ah sí, ¡ya voy! – Guardé rápidamente el CD. Sonreí y alcancé a Mikey. Antes de decirle nada tendría que escuchar ese CD, luego ya le contaría todo.

Estábamos llegando a la puerta trasera de la casa. Se me ocurrió una pregunta.

-Mikey, ¿mamá me odia?

-No digas eso, ella simplemente estaba preocupada por ti, todos lo estábamos… Nunca habías hecho algo así…

-Lo sé, también tengo que hablar con los chicos. Ellos siempre me han apoyado mucho cuando he estado mal y…

-Gerard… Quiero que sepas que todos estaremos aquí, te ayudaremos a ser TÚ otra vez. No estás solo en esto. – La verdad es que Mikey no suele ponerse emotivo normalmente, por eso cuando lo hace es tan adorable. Lo abracé y le revolví el pelo cariñosamente.

Entramos a la casa, mi madre estaba sentada en el sofá viendo la tele. Oyó el ruido de la puerta, pero no giró la cabeza. Pareció no inmutarse que mi presencia. Eso lo hacía más difícil…

-Mamá… - Lo dije con una voz muy aguda y casi inaudible, pero sé que la escuchó. Se puso a llorar, pero no me miró.

Me dispuse a insistir, no quería que esto se quedase así.

-Mamá, quiero decirte que lo sien…

-¿Eres tú, mi hijo? – Lo dijo así como si nada, no sabía bien qué quería decir, claro que soy su hijo… Pero ella buscaba algo más, siempre busca algo más que no capto, pero parece que mis respuestas suelen convencerle…

-¿Qué? Soy yo, Gerard…

-¿Eres mi hijo o el monstruo horrible en el que se ha convertido?

-¡Mamá, si no hubiese cambiado no estaría aquí! – Dijo Mikey indignado.

Mamá y yo ignoramos a Mikey, en realidad me gustaba que me apoyase, siempre lo hacía. Mamá sé que se hacía la dura, desde que entré por esa puerta estoy seguro de que ha querido abrazarme, siempre que discutimos pasa lo mismo, aunque el tema de discusión esta vez era muy diferente.

-Espero volver a ser yo, sé que nunca he sido el mejor hijo, sé que te fallé mucho en estos últimos meses, solo quiero volver a ser yo, y para ello necesito que me perdonéis, no puedo seguir así…

Antes de que comenzase a llorar mamá me estaba abrazando, y Mikey también. Permanecimos así durante un buen rato, hasta que mamá nos ofreció algo de comer.