viernes, 2 de diciembre de 2011

6. I shoud've been a better son.

-Vamos, creo que estoy listo.

Mikey se levantó, yo hice lo mismo, nos encaminamos hacia casa. Miré el árbol que dejábamos atrás. A lo lejos se veía a alguien. Parece buscar algo. Es como si nos observase y se hubiese dado cuenta de que lo he visto, o eso me parecía. Llevaba un sombrero extraño, a lo Indiana Jones. Dejé de mirar por un segundo y se desvaneció. Creo que la cafeína ha alterado mis conexiones sinápticas. O habrán sido los acontecimientos pasados, pero todo me resulta sospechoso. Necesito recuperarme de esto.

Metí las manos en los bolsillos y nos encaminamos hacia casa. Entonces noté algo en mi bolsillo izquierdo. Era un CD, no ponía nada en el exterior, ni un título ni nada. Me quedé petrificado.

-Gee, ¿vienes o qué?

-Ah sí, ¡ya voy! – Guardé rápidamente el CD. Sonreí y alcancé a Mikey. Antes de decirle nada tendría que escuchar ese CD, luego ya le contaría todo.

Estábamos llegando a la puerta trasera de la casa. Se me ocurrió una pregunta.

-Mikey, ¿mamá me odia?

-No digas eso, ella simplemente estaba preocupada por ti, todos lo estábamos… Nunca habías hecho algo así…

-Lo sé, también tengo que hablar con los chicos. Ellos siempre me han apoyado mucho cuando he estado mal y…

-Gerard… Quiero que sepas que todos estaremos aquí, te ayudaremos a ser TÚ otra vez. No estás solo en esto. – La verdad es que Mikey no suele ponerse emotivo normalmente, por eso cuando lo hace es tan adorable. Lo abracé y le revolví el pelo cariñosamente.

Entramos a la casa, mi madre estaba sentada en el sofá viendo la tele. Oyó el ruido de la puerta, pero no giró la cabeza. Pareció no inmutarse que mi presencia. Eso lo hacía más difícil…

-Mamá… - Lo dije con una voz muy aguda y casi inaudible, pero sé que la escuchó. Se puso a llorar, pero no me miró.

Me dispuse a insistir, no quería que esto se quedase así.

-Mamá, quiero decirte que lo sien…

-¿Eres tú, mi hijo? – Lo dijo así como si nada, no sabía bien qué quería decir, claro que soy su hijo… Pero ella buscaba algo más, siempre busca algo más que no capto, pero parece que mis respuestas suelen convencerle…

-¿Qué? Soy yo, Gerard…

-¿Eres mi hijo o el monstruo horrible en el que se ha convertido?

-¡Mamá, si no hubiese cambiado no estaría aquí! – Dijo Mikey indignado.

Mamá y yo ignoramos a Mikey, en realidad me gustaba que me apoyase, siempre lo hacía. Mamá sé que se hacía la dura, desde que entré por esa puerta estoy seguro de que ha querido abrazarme, siempre que discutimos pasa lo mismo, aunque el tema de discusión esta vez era muy diferente.

-Espero volver a ser yo, sé que nunca he sido el mejor hijo, sé que te fallé mucho en estos últimos meses, solo quiero volver a ser yo, y para ello necesito que me perdonéis, no puedo seguir así…

Antes de que comenzase a llorar mamá me estaba abrazando, y Mikey también. Permanecimos así durante un buen rato, hasta que mamá nos ofreció algo de comer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario